Si estás durante 15 minutos en una tienda muy concurrida, te darás cuenta de la variedad de clientes que existen. Algunos a los que les parece todo excesivamente caro, los que piden descuento, los que tienen alguna queja del producto, los que todo les gusta… en fin hay tantos clientes diferentes, que hay que aprender a conocerlos.
Para ésto hay que partir aprovechando los recursos que tenés al alcance de la mano para cautivar a tus clientes ideales.
Estos recursos deben ser trabajados creativamente para lograr tu objetivo. No tenés que recurrir a un sin número de ideas extraordinarias, sencillamente tenés que aprovechar tus sentidos para encontrar ahí, la mejor respuesta. Recordá que el cliente puede ser como una pareja, entre más la conocés, podés saber qué prepararle de cenar, cómo decirle las cosas o qué música regalarle.

A continuación te doy algunas ideas sencillas y muy económicas, para que pensés cómo recurriendo a tus sentidos, -como generadores de información-, podés tener los datos que necesitás para comenzar a actuar.
Tips para conocer a tus clientes:
-Abrir los ojos:
Una de las claves para vender es abrir bien los ojos. Esta sencilla estrategia es la que permite establecer en el mismo rol cómo están las cosas, qué falla, qué gusta, cómo va todo y qué se puede cambiar. En la observación se puede entender algunos comportamientos de los clientes, sus hábitos, gustos, y la manera de utilización de los productos o servicios.
Abrir los ojos implica, buscar nuestros productos en otras tiendas, comparar y poder crear desde ahí, lo diferente, la llamada “ventaja competitiva”. Este procedimiento, sencillo y complejo a la vez, -ya que no es habitual-, hace que el emprendedor comience a crear una capacidad crítica sobre el entorno en el cual se desenvuelve su negocio. Lo conozca y tenga un amplio panorama de lo que hacen sus clientes y la manera cómo se acercan o alejan de sus productos o servicios.
Observar los detalles, la organización de los objetos, los mecanismos de comunicación, la manera cómo se mueven por el espacio, la duración en la tienda, qué les llama la atención, cuáles son sus dudas repetitivas, cómo se comunican.
Evidentemente, observar requiere cierta distancia, no es ideal quedarse mirando cada movimiento del cliente, ya que no hay nada más fastidioso que te sigan con la mirada como si fueras a robarte algo. Es desde una distancia crítica, atenta y amistosa, en donde poder sacar información sobre su cultura y sus hábitos. Es claro que si observás que nadie se acerca a tu vidriera es porque no hay nada agradable para ver.

–Aprender a escuchar:
Escuchar en un acto que pocas personas tienen desarrollado. Se distingue al acto del oír, porque la escucha es activa y se enriquece del constante intercambio.
Escuchar implica preguntarle al cliente sus críticas, las cuales son de gran importancia para cualquier organización. Aunque hay gente que se queja por todo, entre esos rumores que vienen y van, hay verdades para prestar atención.
Quizás, la manera de atender no es la adecuada, los precios son elevados o el empaque es más delicado que el producto. Detalles que se descubrirán escuchando nuestros clientes.
Estos, en medio de sus momentos de compra dan un valor no sólo a lo tangible, sino también a lo intangible, y de esas conversaciones de la gente, de sus críticas o felicitaciones, se consigue un material importante para enriquecer el negocio. De allí surgen buenas ideas para mejorar.

–Hacerse sentir:
Buscá ser inolvidable, aprovechá lo que observas y escuchas para que surja la creatividad y a la uniformidad. Es decir, pensá en tus gustos, en tus productos, en conservar la identidad de tu organización, pero también, pensá en tus clientes y cómo a ellos les gustaría sentirse.
Cumplí la típica frase de no hagas a nadie lo que no te gustaría que te hagan, es decir, si esperás que te atiendan bien en un local o restaurante, atiende bien. Si esperás que te generen facilidades para tener los productos, bríndalas. Es necesario ubicarse en el lugar del cliente, intentar entenderlo y probar. Si no se prueban las ideas, no se conocerá si son o no efectivas.
Generá experiencias de compra y consumo, en donde el cliente recomiende, viva un rato agradable, disfrute consumir tus productos, tenga bienestar. Así que te recomiendo, despertar tus sentidos, sentí las necesidades, observá más allá de lo aparente, escuchá lo que dicen de vos, y tendrás información valiosa para desarrollar tu negocio o emprendimiento.

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