Cuando tu hogar es un caos, puede ser difícil reunir la energía necesaria para hacer frente incluso a las tareas más pequeñas. Cuanto peor se pone, más difícil es encontrar tanto el tiempo como la fuerza para poner las cosas en orden. Pero todo ese desorden te está haciendo daño.

Las investigaciones han demostrado que vivir y trabajar en un entorno limpio y ordenado es beneficioso para nuestra salud tanto mental como física. Los espacios bien organizados reducen nuestros niveles de estrés, aumentan la motivación, mejoran el sueño e incluso fomentan una toma de decisiones más saludable.
Organizar y limpiar una casa desordenada puede parecer una tarea colosal, pero si la rompes en pedazos más pequeños, te sorprenderás de lo que puedes lograr. Aquí hay cuatro pequeños proyectos para comenzar:
PONÉ TUS ARMARIOS EN ORDEN

Cuando los armarios de tu hogar están bien organizados, todo es mucho más fácil de encontrar. Los siguientes seis pasos deberían ayudarte a arreglar las cosas:
- Reúne tus artículos básicos de limpieza y cajas para clasificar.
- Tienes que vaciar el armario por completo.
- Limpia los estantes y el piso del armario.
- Ordena el contenido del armario en tres pilas: conservar, donar y desechar o reciclar. Si tiene problemas para decidir si vale la pena conservar algo, pregúntate: “He usado esto en el último año?, Si mi casa se quemara y perdiera todo, reemplazaría esto?»
- Evalúa tus necesidades de almacenamiento y realiza los ajustes necesarios, como instalar estantes o hacer uso de cestas y contenedores.
- Organiza el contenido del armario agrupando elementos similares. Coloca los artículos que usas con más frecuencia en el área más accesible y los que no se usan con frecuencia en la parte posterior del armario o en un estante alto.
Una vez que tu armario esté bien organizado, mantenelo así durante todo el año.
ORGANIZAR TUS ARCHIVOS

Ya sea que uses la oficina de tu hogar para el trabajo o para administrar los documentos más importantes de tu hogar, no puedes hacer mucho si tus archivos son un desorden. Afortunadamente, poner las cosas en orden no debería ser demasiado difícil.
Herramientas que necesitarás: una trituradora, un escáner y una papelera de reciclaje.
Comienza por crear un sistema para organizar tus archivos. Puede ser alfabético, numérico, lo que tenga sentido para vos. Luego, configura las carpetas para cada tipo de documento que archivarás. Por ejemplo, es posible que tengas una carpeta para formularios médicos y una para documentos fiscales. Al construir un sistema de archivo claro y directo, siempre sabrás dónde buscar documentos importantes.
A continuación, recojé todo en la casa que necesita ser archivado. Asegurate de tomar cualquier correo escondido en varios rincones y grietas, documentos y papeles extraños esparcidos sobre mesas y mostradores. Ordená los documentos en cuatro pilas: urgente, archivar, triturar y reciclar.
Una vez que tus papeles hayan sido clasificados:
Colocá tus documentos «urgentes» (como facturas de alta prioridad) en un lugar obvio en tu escritorio. Puede ser útil tener una bandeja específicamente para este propósito.
Digitalizá todos los documentos que planeas conservar. Hay muchas razones para escanear tus registros, pero la principal de ellas es que es mucho más fácil respaldar las cosas. Nombrá los archivos adecuadamente y luego guardalos en la carpeta correspondiente.
Para copias físicas en las que necesitas conservar (es decir, certificados de nacimiento), coloca los documentos en una carpeta plástica a prueba de inundaciones y si es posible de incendios.
Recoge todo lo que vas a eliminar. Destruye todo lo que contenga números de cuenta, fechas de nacimiento, apellidos de soltera, contraseñas, pines, firmas o números de Seguro Social. Recicla lo que queda.
Es primordial que realices una copia de seguridad de todos tus archivos importantes. Los desastres naturales y las fallas en las computadoras parecen ocurrir cuando menos lo esperamos. Las copias de seguridad se pueden guardar en una unidad externa o en el almacenamiento en la nube.
CATALOGA TUS FOTOS

Al igual que los documentos de tu hogar, la organización de tus fotos comienza con la recopilación de todas ellas en una ubicación central digital o física. Al hacer esto, asegurate de conservar cualquier estructura organizativa existente, como carpetas digitales, sobres de papel o álbumes, ya que a menudo brindan información sobre un grupo de fotografías.
PARA FOTOS DIGITALES:
Revisar y editar: eliminá tomas duplicadas, repetitivas y de baja calidad. Editá lo que queda recortando y girando, quitando los ojos rojos y retocando la exposición y el contraste donde sea necesario.
Crear carpetas: elijí un método para organizar tus fotos en tu computadora. Puedes hacerlo cronológicamente, por tema o incluso por persona.
Cambiar nombre y archivo: cambiá el nombre de cada foto y colocala en las carpetas que creaste.
Copia de seguridad: haz una copia de seguridad de cada lote de fotos tan pronto como hayas organizado tus carpetas utilizando al menos los siguientes métodos: una unidad externa, la nube, un servicio de almacenamiento en línea o copias físicas.
Eliminar: borra las fotos de tu cámara o teléfono para evitar la descarga accidental de duplicados y para crear espacio para tus próximas fotos.
Continuá: al menos una vez al mes, descargá las fotos de tu cámara o teléfono a tu computadora para evitar que se pierdan.
PARA FOTOS FÍSICAS:
Preparate: para organizar correctamente tus imágenes, deberás invertir en un gran conjunto de álbumes de fotos, así como en algunas cajas de fotos.
Ordenar: organizá tus fotos en grupos por año, evento o tema.
Registrá los detalles: a medida que clasificas, escribí una descripción de identificación en la parte posterior de cada foto con un bolígrafo sin ácido y seguro para fotos. Podés colocar detalles como la fecha o quién está en la foto.
Recolección: desechá las fotografías que estén borrosas, que estén poco expuestas o que sean de algo que preferiría no recordar.
Digitalizar: escaneá tus impresiones y clasificalas en carpetas digitales. Esto servirá como respaldo en caso de que ocurra algo trágico.
Mostrar: Pon tus fotos favoritas en un álbum o en marcos.
Las fotografías necesitan un cuidado especial para sobrevivir al paso del tiempo. Almacenar tus fotos correctamente es increíblemente importante para su longevidad. Los álbumes con fundas de plástico sin ácido y cajas de fotos especialmente diseñadas son la mejor manera de mantenerlas seguras. Dado que la temperatura, la humedad y la luz pueden afectar negativamente las fotografías, mantenelas almacenadas en un lugar fresco y seco, y evitá almacenarlas en sótanos o áticos.
PONÉ TU GARAJE EN FORMA
Si has acumulado una cantidad enorme de desorden en tu garaje, no estás solo. Los garajes a menudo se convierten en un vertedero para todos aquellos artículos que no sabemos dónde esconder.
Si estás listo para asumir el proyecto gigante que es tu garaje, aquí tienes cómo hacerlo:
Herramientas que necesitarás: bolsas de basura, escoba, aspiradora y muchos contenedores de almacenamiento.
Al igual que con tus armarios, deberás comenzar limpiando el contenido de la cochera antes de poder comenzar a organizar. Organizá tus contenedores, cestas y bolsas de basura de antemano. Colocá todo en la entrada y clasifica en categorías (por ejemplo, suministros para automóviles, herramientas, equipo deportivo, césped y jardín). Una vez que hayas hecho eso, podés separar los artículos que deseas donar, vender o desechar.
Limpiá bien tu garaje, asegurándote de desempolvar los estantes, barrer las telarañas y lavar el piso. Evaluá tus necesidades de almacenamiento en el garaje y decidí cómo te gustaría utilizar su espacio vertical (tableros de clavijas, gabinetes, estanterías, etc.). Una vez que todo está instalado correctamente, puede mover los artículos de nuevo al garaje y almacenarlos en lugares adecuados. Colocá los artículos de uso frecuente más cerca de la puerta del garaje. Si tenés niños en la casa, asegurate de que los productos químicos del hogar y otros artículos peligrosos estén almacenados en un gabinete cerrado con llave.

CONCLUSIÓN
A medida que mejora tu organización, podés comenzar a crear «centros» alrededor de su hogar, como un centro de tareas o un centro de reciclaje. El seccionar tu hogar de tal manera puede ayudarte a mantener el desorden a raya y usar el espacio a su máximo potencial. Dividir las tareas en pequeños proyectos y abordarlos en en un fin de semana te pondrá de buen humor durante el resto de la semana.
